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jueves, 5 de julio de 2012

Crónica de Diarmuid Breatnach desde Irlanda sobre la reciente visita de la reina inglesa

Sinn Féin da la mano a la reina británica; otros republicanos se manifiestan contra la visita y la decisión es denunciada por familiares de victimas asesinados   

La decisión del Sinn Féin de que Martin McGuinness, su viceprimer ministro y diputado en el Gobierno de Stormont, se reúna con la reina británica da ocasión a mucha discusión en el movimiento republicano irlandés y provoca cuestionamientos en la base de su partido.

La decisión es denunciada por todos los grupos ‘disidentes’ en mitin en Belfast unos días antes de la visita, ocho familiares de víctimas de las fuerzas armadas también lo denuncian; incluso los dos de Derry, ciudad de origen del mismo McGuinness, le denuncian ferozmente, una llamando a sus acciones “traidoras” y el otro diciendo que la mano de la reina está manchada con la sangre de sus niños. La decisión de que Martin McGuiness, el viceprimer ministro en el Gobierno de Stormont, se reúna con la reina británica y le dé la mano no sorprendió a sus opositores en el movimiento republicano irlandés, ya que su actitud frente a la cuestión la había ya señalado en recientes entrevistas y además el año pasado antes y después de la visita de la monarca al estado irlandés.

Su partido, el Sinn Féin, realizó una ronda de charlas internas para preparar a su base para lo que iba a ocurrir, pero sin embargo provocó algún disgusto y inquietud dentro. “No me gustó nada pero no quería ser expulsado y voté a favor” me admitió uno, avergonzado. “Yo salí disgustado antes de terminar la reunión,” me dijo otro, todavía enfadado. “Pero es que no sé donde ir ahora. No me apetecen los grupos disidentes y además, después de criticarles tanto tiempo… No sé.”

Sin embargo, la mayoría de la base del partido parece estar de acuerdo con el hecho, aúnque sin entusiasmo, o tragando. Todos los grupos “disidentes” y bastantes republicanos sin partido han realizado movilizaciones en contra de la visita, con manifestaciones, concentraciones, protestas simbólicas y disturbios.

Una marcha bajo el lema "Verdad y Justicia - No Júbilo" se realizó el sábado 23 junio 2012 desde Dunville Park por la calle Falls de Belfast hacia el Ayuntamiento. La marcha fue convocada para poner de relieve la difícil situación de las víctimas de la violencia estatal británica ante la visita a los Seis Condados de Isabel de Windsor, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Gran Bretaña. Al llegar al Ayuntamiento, la directora del mitin explicó que su madre Máire Drum, mismo nombre que el suyo, “fue asesinada por agentes del Estado británico, mientras estaba en la cama del hospital el 28 de octubre en 1976.”

Drum comentó que “la visita nos brinda una oportunidad única para poner de relieve el hecho de que cientos de personas de todas las edades fueron muertas a manos de las fuerzas de la Corona Británica y sus agentes en Irlanda en el transcurso del reinado de la actual monarca.”

Después de exigir la liberación de la presa Marian Price, continuó: “Innumerables familias en Irlanda siguen viviendo con la dolorosa realidad de la tragedia, la angustia y el dolor llevados a sus hogares por las fuerzas de la cual la monarca británica es Comandante en Jefe.

La naturaleza sin cambios de la actitud de Gran Bretaña hacia las familias de los asesinados se puso de relieve el pasado lunes. Nuevas pruebas en forma de documentos oficiales del gobierno británico revelan cómo en julio de 1972 el Estado sancionó oficialmente el uso de fuerza letal por las tropas contra los ciudadanos irlandeses y aseguró que las fuerzas de la Corona no serían procesadas.

La evidencia de que la política de 1972 sigue siendo una parte central de la política británica actual se ha demostrado por la revelación el miércoles que el Gobierno británico había rechazado una demanda de las familias de las victimas de la masacre Ballymurphy de una investigación pública sobre los asesinatos estatales. Las familias están hoy aquí y son bienvenidas.

A los medios de comunicación, a los políticos, a ‘los grandes y los buenos’ les gustaría permanecer en silencio. Nuestras voces serán escuchadas!"

La directora presentó a Damien Donaghy, que cuando tenía 15 años fue el primer baleado por los soldados británicos en el Domingo Sangriento de 1972. Donaghy declaró su disgusto por que los “llamados republicanos irlandeses van a conocer y saludar a una reina que, hace 40 años, le entregó medallas de honor al Regimiento de Paracaidistas por su participación en el asesinato e intento de asesinato de gente inocente en las calles de Derry.”

La siguiente en el escenario fue Linda Nash, a quien también le mataron a su hermano William el Domingo Sangriento de 1972. “A mi padre también le hirieron, dos veces, mientras trató de ayudar a su hijo moribundo. “Acaso se olvida Martin de que la reina condecoró al Regimiento Paracaidista y que siguen condecorados? ¿Acaso se olvida del papel de las fuerzas de la reina en Derry y del asesinato de inocentes civiles y de niños como de Manus Deery, Annette McGuigan y de muchos otros? “¿Acaso eres capaz de dormir por la noche, Martin, después de haber dado ordenes a jóvenes irlandeses e irlandesas de atacar a las fuerzas armadas de la reina, con la consecuencia de que a muchos de esos hombres, mujeres y adolescentes les han asesinado? Espero que estés contento con tus nuevos amigos y amigas, Martin. Pues son los empleadores de los asesinos de nuestros familiares y queridos. “En mi opinión, tus acciones son traidoras.”

La directora presentó a Pearse McGovern, hablando por parte de su familia y de la organización Fírinne (Verdad) del Condado de Fermanagh, asociación de víctimas de las fuerzas británicas y de sus aliados en ese condado y también de algunos del otro lado de la Frontera. A su primo Kevin le asesinó un policía británico con un disparo en la espalda en el Condado de Tyrone.

Diciendo que no era apropiado dar “loas y júbilo… al Comandante en Jefe del ejército británico, la reina de Inglaterra…. bajo ninguna circunstancia, especialmente en ausencia de que Gran Bretaña reconozca su papel brutal y opresivo como protagonistas principales a través del conflicto en Irlanda.” En referencia a la declaración de Gerry Adams el año pasado sobre la visita de la misma reina al estado irlandés, de que era ‘prematuro’, McGovern añadió que “el alaba y acogedor es prematuro, por decir lo menos – esta mal!”

McGovern atacó el papel de la reina al condecorar en el palacio de Buckingham a sus asesinos en irlanda, incluso los del Domingo Sangriento, pero también en Irak y Afganistán “y pronto en Irán” y terminó diciendo: “No estamos dando la mano y no vamos con la gorra en la mano pidiendo la verdad y la justicia. Lo exigimos, exigimos la verdad y la justicia, no  el júbilo! "

Eamon Kerrins, del condado de Down , cuyos dos hijos Gerard y Rory fueron asesinados, habló con evidente emoción y con dificultad. “Se hace muy difícil ver la razón por la que Martin McGuinness, quien ha caminado detrás de ataúdes en los últimos 20 o 30 años ... cómo se puede ir detrás de las puertas y estrechar la mano chorreando la sangre de mis chiquillos!"

En referencia a las llamadas para que los republicanos recibieran la visita con dignidad, Kerrins dijo “que con demasiada frecuencia” se había tomado ese camino y que “es la hora de que la gente hable un poco mas franco” y de “mostrar un poco de rabia” y que esperaba que esa rabia “se convierta en odio digno a la Reina, Elizabeth Windsor!”

También habló desde el escenario Fra McCaughey, hermana de Sam Marshall, asesinado por escuadrones de la muerte pro-británicos en Lurgan en Marzo de 1990. “A mi hermano, Sam Marshall, le asesinaron el miércoles 7 de marzo de 1990. Veinte años después de ese trágico incidente mi familia todavía espera que se cuente la verdad completa.” McCaughey denunció a la colaboración de las fuerzas armadas británicas y de su policía con los paramilitares unionistas: “No debemos de temer recordarnos a nosotros mismos una y otra vez - el Estado británico y sus fuerzas organizaron y dirigieron los escuadrones de la muerte.” Pero McCaughey hechó la culpa principal “a los encargados de formular políticas en el Departamento de Irlanda del Norte, los políticos de Whitehall y Downing Street, la Sección Especial (de la policía británica), el MI5 y la Inteligencia Militar británica.”

“Ya hemos estado luchando por la verdad durante los últimos veintidós años. Estamos dispuestos a luchar otros veintidós años si resulta necesario. McCaughey terminó diciendo: “A menos que la reina de Inglaterra anuncie la próxima semana que dará instrucciones a su gobierno y sus fuerzas para abrir sus archivos secretos y establecer la verdad libre, entonces mi familia y yo no vemos nada que celebrar ".

Joanne Downes también habló – su hermano Seán murio por una bala de plástico policial disparada a quemarropa en 1984 mientras asistía a una marcha contra el internamiento. Esa bala, dijo, les robó a la mujer e hija de John, además de la familia Downes, un futuro feliz.

Downes denunció el contenido de la carta recientemente recibida por la viuda de su hermano, en que el Estado británico informó que el caso de la muerte de John está cerrado.

Downes siguió con la denuncia del uso de balas de plástico y comentó que varios cientos fueron disparadas el año pasado en los Seis Condados. Denunció también la intención de usarlas “en las calles de Inglaterra en contra de las comunidades negras e islámicas … en el Tottenham, Burnley y Birmingham”.

Downes recordó a muchos muertos por balas de plástico y de goma y terminó diciendo: "Tal vez la dura verdad es que nunca vamos a recibir justicia, mientras Gran Bretaña siga en nuestro país y es por eso que estoy aquí hoy".

La última de las familiares de víctimas en hablar fue Angela McKearney – varios miembros de la familia McKearney murieron a manos de las fuerzas estatales británicas y sus sustitutos.

McKearney atacó el “grado de inmoralidad” al que habían llegado “las fuerzas armadas de Su Majestad” en Irlanda. "Siempre ha sido así,” siguió, “y fue precisamente el caso cuando mataron a mi hermano Pádraig y a sus camaradas en Loughgall hace veinticinco años este año.”

"A esta monarquía le ha parecido bien honrar a sus fuerzas armadas por razón de su destrucción, su conducta entrometida y disponer de mi vida y la vida de la mayoría de los aquí presentes".

Tambien criticó la acción de McGuinness, declarando que "Reunirse con la monarquía británica en los Seis Condados es reconocer que tiene el derecho a ejercer su soberanía en esta parte de Irlanda”.

La directora, Máire Drum les recordó a los asistentes que “la violencia del Estado británico se extendió también a los Veintiséis Condados” y que “dejó un rastro similar de muerte y dolor”. El mitin terminó con un minuto de silencio “en memoria de todas las víctimas de Gran Bretaña en Irlanda y en todo el mundo."

Esta marcha y mitin no fueron las únicas manifestaciones de oposición republicana a la visita. Unos republicanos “disidentes” colocaron una bandera tricolor irlandesa enorme en el monte sobre la ciudad de Belfast con letras grandes en blanco diciendo que “Ériu es nuestra reina”. (Ériu era la diosa celta que dio su nombre al país.)

El martes, Unionistas atacaron a unos pocos republicanos en el monte con cuchillos y martillos y uno tuvo que ser hospitalizado, además intentaron destruir la bandera y el texto. Al recibir la alerta muchos republicanos de varias afiliaciones se apresuraron al monte, arreglaron la bandera y se quedaron ahí para defenderla.

En los distritos de St. James y Broadway de Belfast también hubo disturbios la noche del martes contra la visita. El miércoles los republicanos se concentraron en el Ayuntamiento en el centro de Belfast, con pancartas contra la visita y otras recordando matanzas y otros asesinatos de las fuerzas armadas británicas.

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